HIDROITUANGO, un atentado contra el rio CAUCA

El segundo río más importante del país nace en el macizo colombiano y se extiende por más de 180 municipios, en siete departamentos. Hoy en día está atravesando uno de sus momentos más difíciles a causa del proyecto de HIDROITUANGO.
En 1980 empezaron los estudios necesarios para ejecutar este proyecto que contaría con un tamaño de 225 metros de altura, la acumulación de 20 millones de metros cúbicos de agua, la ocupación de 3.800 hectáreas del río, la generación de más de 5.000 empleos y la producción del 50 % de la energía del departamento de Antioquia.
Los resultados de los estudios no fueron muy alentadores al arrojar que la zona donde se ejecutaría el proyecto es propensa a sismos y se determinó que el terreno está localizado sobre una roca frágil.
En el año 2000, después de saberse los resultados del estudio, la empresa EPM tramitó la licencia ambiental ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), siendo aprobada en 2009. Fue desde ese momento cuando empezó la verdadera tragedia de este proyecto.
En octubre del 2011, EPM abrió una licitación para recibir ofertas de diversas empresas que deseaban ganar la licitación. Desafortunadamente se encontraron irregularidades en la elección de la empresa que ejecutaría el proyecto dando como resultado la elección consorcio CCC, con la promesa de que el proyecto se ejecutaría con $1.8 billones (era la oferta más barata), dejando por fuera a las demás empresas que competían para ganar la licitación. Sin embargo, no tardó mucho en aparecer adiciones presupuestales al contrato, aumentando su costo a $2,4 billones.
En el año 2014, para poder iniciar la construcción de la represa, era necesario desviar el cauce del río Cauca por medio de 2 túneles. En el 2018 uno de los túneles de desviación se selló y al otro túnel le pusieron un tapón para empezar el sellado definitivo, y por lo pronto desviaron el río por un tercer túnel. Sin embargo, se presentaron tres derrumbes que taponaron el paso del río por el tercer túnel dando como resultado el represamiento del agua, amenazando los pueblos aguas abajo y la propia presa.
Este acontecimiento obligó a tomar medidas desesperadas utilizando explosivos para abrir los primeros dos túneles. Sin embargo el proceso no avanzaba ya que solo habían podido volar 7 metros de los 22 metros que compone el tapón.
Ya fue hasta el 10 de mayo del 2018 que se decidió evacuar el agua por la casa de máquinas, que es el lugar donde se transforma el movimiento del agua en energía eléctrica. De esta manera solventaría el problema de la acumulación del agua.
No obstante, el 12 de mayo el tercer túnel se destapó de forma natural, hizo triplicar el caudal normal del río afectando a 600 habitantes, 60 casas y tres puentes del corregimiento de Puerto Valdivia.
Horas después, el túnel fue tapado y el agua volvió a represarse. Por ello, EPM suspendió los trabajos en los túneles y dispusieron 11 mil trabajadores para terminar la presa en el menor tiempo posible.
Actualmente, los problemas de hidroituango no han desaparecido y se cree que el proyecto será terminado en 2021. No obstante, la empresa EPM tomó la decisión de cerrar la compuerta 1 de la casa de máquinas, donde ha causado graves problemas al medio ambiente, ya que al disminuir el cauce del río al borde de secarlo, ha reducido el número de peces, ha afectado la vegetación, la fauna y flora de la zona y presenta una alerta de una posible avalancha que afectaría más de 12 municipios de Antioquia y más de 199 mil personas.
Por Camilo Polanía Cardona.