El Presidente Iván Duque y sus amigos

A solo poco más de los 100 primeros días del gobierno Duque, se ha logrado descifrar cual es el rumbo por el que va Colombia.
En primer lugar se presentaron polémicos nombramientos en los diferentes cargos públicos. Tal es el caso de Claudia Ortiz, quien era candidata a ser directora de la Unidad Nacional de Protección, candidatura que fue retira por fuertes críticas de la oposición, pero de manera insistente la nombraron en la jefatura de la Agencia de Desarrollo Rural aun sin contar con experiencia en el tema; La designación del ex-procurador Alejandro Ordoñez como embajador en la OEA y el nombramiento como ministro a Alberto Carrasquilla quien desfalco y empobreció a 117 municipios con los bonos Carrasquilla, entre otros.
En segundo lugar están los proyectos de ley como la reforma a la justicia que limitaba la acción de tutela haciéndola inefectiva para garantizar los derechos fundamentales, afortunadamente se archivó el proyecto de ley; La ley de las TIC que de manera ruin concede el espectro electromagnético a las grandes multinacionales reduciendo los impuestos a los privadas y pone en riesgo a la televisión pública al permitir la censura; la reforma política presentada por el gobierno que en sí, buscaba la desaparición de los partidos minoritarios al obligar la implementación de las listas cerrada en las elecciones sin permitir que se pueda votar por un candidato determinado y permitía que personas indeseables y corruptos fueran elegidos sin ningún problema; y la famosa reforma tribuirá o ley de financiación.
Esta reforma se presentó para lograr financiar el presupuesto general de la nación que abarca un faltante de $14 billones. Sin embargo, no se le contó a la ciudadanía sobre el aumento al IVA en la dieta básica, aumentaron los impuestos en la clase media, etc., con lo que se obtendrá $7 billones. Tampoco se le contó que se le redujeron $10 billones en impuestos a los millonarios y a las multinacionales en Colombia con las escusa que ellos son los que más pagan impuestos, pero la realidad es que los pobres y la clase media somos los que más impuestos pagamos, siendo en realidad una ley de DESFINANCIAMIENTO porque aumentaría el faltante de dinero a 17 billones de pesos y se materializara en recortes de presupuesto, demostrando que es una reforma tributaria regresiva.
Por último se presenta el pequeño aumento del salario mínimo. El presidente anuncio al país en los medios, que había logrado en consenso con los empresarios y las centrales obreras un aumento del 6% siendo este “el más alto en los últimos 25 años”, con lo cual subirá de $781.242 a $828.116 más el auxilio de transporteque quedará en $97.032.
Esta declaración causo un inevitable rechazo por parte de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación Democrática de Pensionados (CDP), quienes pedían que el aumento fuera del 12%.
En conclusión, podemos interpretar que no hubo consenso con todas las centrales obreras, tampoco es cierto que sea el aumento más alto en los últimos 25 años ya que el año anterior el aumento fue del 7%, lo que demuestra que el presidente Duque aplica la misma política de Santos, Uribe, Pastrana, siendo parte de los mismos con las mimas, un gobierno mentiroso, sin esperanza de cambio, plutocrático, neoliberal, que solo se preocupan por los intereses de sus amigos al protegerlos como en el caso del ministro Carrasquilla o el fiscal Néstor Martínez que a pesar haberse demostrado sus actos de corrupción, el presidente Iván Duque aun los defiende y ha puesto a trabajar a toda su maquinaria, posiblemente pagando favores políticos, atornillándolos en el poder.
Por: Camilo Polanía Cardona.